Las licitaciones son un proceso participativo, mediante el cual el Estado abre un proceso de selección para adquirir bienes o servicios requeridos. En este proceso el contratante “el Estado” invita a los interesados a que acogiéndose a los pliegos de condiciones, oferten propuestas de las cuales se elegirá las más favorable, una vez se lleve a cabo el contrato el proveedor deberá seguir sujetándose a requisitos legales que aseguren la transparencia y eficiencia del proceso.
Tipos de licitaciones con el Estado
Las licitaciones pueden clasificarse de la siguiente manera:
Pública: Regulada por la ley 80 de 1993, donde la entidad estatal invita públicamente una convocatoria que se da en igualdad de condiciones u oportunidades, los oferentes dan a conocer sus propuestas, en este proceso participa una administración lo cual está sometido a controles fiscales por la Contraloría. El ente que realiza la convocatoria, establece las características detalladas del bien o servicio que está demandando.
Podrán participar todas las personas naturales o jurídicas que consideren cumplir con todos los requisitos técnicos, financieros y administrativos exigidos por la entidad.
- Estudio sobre oportunidad o conveniencia del contrato.
- Publicación de avisos. Dentro de los 10 y 20 días anteriores a la apertura.
- Elaboración del Pliego de Condiciones.
- Objeto.
- Regulación jurídica.
- Derechos u obligaciones de las partes.
- Otros factores de evaluación. Claridad
- Apertura de la Licitación o concurso.
- Audiencia de aclaraciones 3 días después del inicio del plazo de
- presentación de propuestas.
- Evaluación y resolución de preguntas.
- Adjudicación.
Privada: A diferencia de la licitación pública en este proceso se hacen invitaciones a empresas determinadas las cuales deben ser firmas calificadas, seleccionadas no de forma discriminativa, pueden ser extranjeras, y deben ser numerosas para asegurar un precio competitivo. Este método que debe ser previamente acreditado por la entidad financiera, puede resultar apropiado en casos como los mencionados a continuación: Contratos de menor cuantía, fracaso de la licitación pública, bienes complejos o especializados, poca oferta del bien o servicio requerido, bienes críticos requeridos con urgencia.
¿Qué debo tener para licitar con el Estado?
Ser un empresario formal
- Estar inscrito en el Registro mercantil.
- Estar inscrito en el Registro Único Tributario RUT.
- Tener la empresa y trabajadores en una ARL.
- Pagar los aportes parafiscales y seguridad social de los empleados.
- Llevar contabilidad si está obligado.
Estar inscrito en el Registro Único de Proponentes RUP (ahora opcional)
El RUP contempla toda la información de un oferente en cuanto a su información jurídica, financiera y organizacional, además de su experiencia, así mismo las licitaciones a las cuales se ha postulado, información relativa a contratos, sanciones e inhabilidades.
Este registro está contemplado en todas las cámaras de comercio del país, es allí donde deben inscribirse todas las personas naturales y jurídicas, que aspiren a licitar con el Estado.
No tener Inhabilidades ni incompatibilidades
La inhabilidad es una restricción de carácter general que restringe la participación en el proceso de licitación con entidades estatales. como ejemplo quienes sean sancionados disciplinariamente por destitución serán inhabilitados.
La incompatibilidad es la prohibición de contratar pero de carácter particular, donde se ve involucrado el grado de consanguinidad que el participante tenga con miembros de la entidad que requiera el servicio o bien.
Luego de analizar detenidamente el contenido de los pliegos de condiciones y de haber verificado que se cuenta con la totalidad de los requisitos necesarios para ser partícipe, se debe elaborar la propuesta la cual debe ser entregada en los días estipulados en el cronograma publicado en los pliegos de condiciones justo a la documentación solicitada en los mismos.
